Bella pero peligrosa
Aún en nuestros jardines estamos rodeados de plantas que producen sustancias con efectos a veces indeseados. El jazmín paraguayo (Brunfelsia australis) es una planta con una floración muy bella y perfumada, especialmente de noche. Su cultivo nos ofrece la posibilidad de admirar sus flores que cambian de color del violeta al blanco con el paso del tiempo. Una bella planta sin duda.
Pero tiene su lado peligroso. Al igual que muchas solanaceas, familia a la cual pertenece esta especie, produce alcaloides que pueden ser peligrosos para nuestra salud y la de nuestras mascotas. En particular esta especie (y todas las del género Brunfelsia spp.) es tóxica si se consume cualquier parte de la planta, pero principalmente lo son sus frutos. Las cápsulas, esféricas y marrones, que produce contienen altas concentraciones de brunfelsamidina y hopeanina. El primero de estos compuestos produce ansiedad, excitación y convulsiones, mientras que el segundo es un neurodepresor.
Se han reportado muchos casos de intoxicaciones de mascotas por el consumo de estos frutos y los síntomas son muy similares al envenenamiento por estricnina. El animal intoxicado comienza con un cuadro de inquietud y ansiedad, al que le siguen convulsiones y, sin no es atendido, finalmente la muerte.
No propongo con esta entrada eliminar a esta hermosa planta de nuestros jardines sino tener cuidado, simplemente. Dicen que "se teme a lo que se desconoce" por eso a no temerle, pero si a tener cuidado. Una buena idea es eliminar los frutos apenas aparezcan, de todas formas la forma más sencilla de reproducir esta planta parece que es mediante esquejes.
Figura 1: Aspecto de las hojas y flores del jazmín paraguayo (Brunfelsia australis)
Pero tiene su lado peligroso. Al igual que muchas solanaceas, familia a la cual pertenece esta especie, produce alcaloides que pueden ser peligrosos para nuestra salud y la de nuestras mascotas. En particular esta especie (y todas las del género Brunfelsia spp.) es tóxica si se consume cualquier parte de la planta, pero principalmente lo son sus frutos. Las cápsulas, esféricas y marrones, que produce contienen altas concentraciones de brunfelsamidina y hopeanina. El primero de estos compuestos produce ansiedad, excitación y convulsiones, mientras que el segundo es un neurodepresor.
Figura 2: Estructura química de la brunfelsamidina (izq.) y hopeanina (der.).
Se han reportado muchos casos de intoxicaciones de mascotas por el consumo de estos frutos y los síntomas son muy similares al envenenamiento por estricnina. El animal intoxicado comienza con un cuadro de inquietud y ansiedad, al que le siguen convulsiones y, sin no es atendido, finalmente la muerte.
No propongo con esta entrada eliminar a esta hermosa planta de nuestros jardines sino tener cuidado, simplemente. Dicen que "se teme a lo que se desconoce" por eso a no temerle, pero si a tener cuidado. Una buena idea es eliminar los frutos apenas aparezcan, de todas formas la forma más sencilla de reproducir esta planta parece que es mediante esquejes.
Pablo Otero
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