Una "bacteria" no siempre fue lo que es ahora

En las clases de biología muchas veces utilizamos definiciones que, si son tomadas por los alumnos como verdades y enunciados que no cambiaron a lo largo de las historia, más que un recurso pueden resultar en una trampa pedagógica. Será por eso que creo que es valioso remarcar que las definiciones deben ser aprendidas como enunciados provisorios que cambian a medida que se van realizando nuevos descubrimientos.

Entre los primeros temas que se ven en las clases de biología está la clasificación de los seres vivos. Al ver estos temas aparecen términos que suelen usarse como sinónimos, lo que no es del todo correcto, por ejemplo: bacteria, Monera y procariota.

En esta entrada propongo repasar la definición de “bacteria”. ¿Qué es una bacteria? ¿La definición actual es la misma que hace 50 años? ¿100 años?

Parecería que la respuesta a esta pregunta se conoce desde hace mucho tiempo, pero no es así. En 1962 dos importantes microbiólogos, Roger Stanier y Cornelius Van Niel, escribieron un artículo (“The concept of a bacterium”) en el cual se propusieron responder formalmente esta pregunta. Según ellos, si la microbiología quería ser una ciencia hecha y derecha, era imprescindible tener una respuesta acabada a este interrogante.



Para empezar, los autores señalan en ese trabajo que es necesario distinguir a las bacterias de los virus y de los protistas unicelulares. Lo primero era sencillo, ellos proponen que las todas las bacterias tienen una organización celular y ambos tipos de ácidos nucleicos, mientras que los virus no son células y tienen ADN o ARN. Pero, separar a las bacterias de los protistas era más complejo, ¿cómo diferenciarlos?. Según ellos:

“Las propiedad distintiva de las bacterias es la naturaleza procariota de sus células”

Con lo cual el problema pasaba a definir que es una célula procariota, tarea a la estos autores dedican las páginas restantes de su artículo. Las diferencias según ellos (y respetando el orden original) son:




  • ausencia de endomebranas (lo que suponemos, ya que no lo aclaran, debe incluir la carioteca).
  • división por fisión binaria (versus mitosis en eucariotas).
  • presencia de pared hecha de “mucopéptidos” (peptidoglucano).



Algo curioso del artículo, es que a pesar de sus esfuerzos, los autores aclaran que esta serie de características no permite diferenciar las bacterias de las algas verde-azules o cianofitas. Cabe destacar que esta confusión se daba porque para ese momento se suponía que este tipo de “algas” eran protistas (es decir eucariotas).


Por último, hay que remarcar que la definición de bacteria de estos autores incluye tanto a las eubacterias como a las arqueas, ya que el descubrimiento de que éstas últimas constituyen un taxón diferente, es posterior.



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