Ir contra la corriente

Esta primera entrada del año 2015, abordará el problema de aferrarnos demasiado a los que sabemos. La siguiente cita es una buena introducción a este tema:

"El mayor obstáculo para el conocimiento no es la ignorancia, sino la ilusión de creer conocer algo"

Nos pusimos demasiado filosóficos; vamos a un caso que ejemplifique esto.

A fines de la década del 70, un investigador llamado Robin Warren (australiano) estaba analizando la biopsia de un paciente con úlcera gástrica y encontró una gran cantidad de bacterias adheridas al epitelio estomacal. En esa época, dado el medio ácido del estómago, se consideraba que ningún organismo podía desarrollarse en esas condiciones. Por lo tanto la explicación era que esas bacterias encontradas eran producto de contaminación posterior a la biopsia.

Robin Warren


Warren no estaba convencido y analizó otras biopsias. Encontró que las bacterias eran abundantes en la mayoría de los pacientes con gastritis. Para proseguir con esta investigación necesitaba más material de trabajo y sobre todo la ayuda de un microbiologo; así fue como conoció a Barry Marshall, otro australiano.

Barry Marshall


Juntos comenzaron un estudio que reunió a pacientes con malestares gástricos, a los cuales les practiceran endoscopías y biópsias para ver si había bacterias.

El resultado fue que la mitad de los pacientes con gastritis estaban infectados con una bacteria denominada Helicobacter pylori. Además todos (sí el 100%) de los pacientes con úlceras duodenales estaban infectados con esta bactería y el 77% de los que tenían úlceras gástricas, también.

La relación entre infección por Helicobacter pylori y grastritis/úlcera era evidente. Pero.....en ese momento el ámbito de la medicina no estaba dispuesto a aceptar esto. En aquellos años se "sabía" que las úlceras estaban causadas por malos hábitos alimenticios, tabaquismo y algo de genética. De hecho había un par de drogas para tratar a los pacientes (cimetidina y ranitidina), así que para qué investigar más.

Por suerte estos investigadores no se rindieron. Unos de los puntos que ellos debían probar es que un individuo no infectado desarrollaría síntomas de gastritis si la bacteria ingresaba a su estómago. ¿Cómo hacer esto? La solución fue tan original como discutible: el propio Warren Marshall se tomó un cóctel de Helicobacter pylori. Diez días después la gastritis se manifestó con todos sus síntomas. Estaba probado: la infección por H. pylori produce gastritis, y esta está relacionada con la aparición posterior de úlceras y hasta cáncer.

Entre otras estrategías, H. pylori produce y libera urea que, como todo compuesto básico capta protones reduciendo la acidez del medio circundante de las bacterias. Las personas infectadas con H. pylori poseen mal aliento, debido en parte a la presencia de urea. Una de las formas de diagnosticar esta infección es justamente por el aliento.

En 1995, ambos investigadores recibieron el Premio Nobel de Medicina por este descubrimiento. Hoy la mayor parte de estas patologías se curan mediante el uso de antibióticos.

Para finalizar les dejo el enlace a la HELICOBACTER FOUNDATION.

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